Pudiera parecer que los dormitorios juveniles no son para todo el mundo

Con los dormitorios juveniles, de apariencia despreocupada y casual, pasa como con la ropa…. que a una cierta edad ya no puedes ponerte cualquier cosa.

Pareciera que la mayoría de las veces este joie de vivre de muchos dormitorios juveniles -por otro lado la mayoría de las veces calculadamente estudiados- es un territorio exclusivamente restringido para todos aquellos que no superan la barrera de los 25.

Estos dormitorios juveniles también se suelen acotar a un sector de público adolescente que busca soluciones decorativas estándar en grandes superficies.

O para millennials y jóvenes independientes que intentan emular las vidas que ven en las series de moda que programan los medios audiovisuales de comunicación, canales de televisión, internet…..

¿Pueden generaciones postreras con biografías con bagaje permitirse sin parecer banales y a destiempo unos dormitorios juveniles?

¿Pueden disfrutar, sin que su prestigio social de personas respetables se resienta, de un espacio poco convencional y sin muebles carcas, pesados y oscuros?

Todo depende de lo en serio que uno se tome a si mismo y de los años que uno quiera echarse encima….aunque sólo sea a la hora de dormir; aunque tampoco es necesario empezar a colgar de las paredes los pósters de los ídolos que tuvimos en la adolescencia.

Dormitorios juveniles hay de muchos tipos, clases y formas; en nuestro Estudio de decoración proponemos que el dormitorio sea un espacio, como no puede ser de otra manera, para el descanso, el relax e incluso el juego.

Pero también un lugar, dentro de lo que es nuestro hogar, que no quede solamente constreñido a las cada vez menos horas de sueño y que pueda ser empleado como una habitación más de la casa.

Una habitación para la lectura, la contemplación e incluso el trabajo gracias a una decoración que aporte ligereza, sentido práctico y ¿por qué no? alegría y ganas de vivir.

Empleamos muchas horas de nuestra vida descansando, o al menos intentándolo, y el entorno en el que lo hacemos también influye en la calidad de nuestro sueño.

Un dormitorio ordenado y equilibrado con una gama armoniosa de colores, con muebles funcionales y cómodos pero que también tengan en cuenta la innovación en las formas, los materiales y las texturas siempre ayuda a que la vida sea más fácil.

Dormitorios juveniles con obras de arte. Un lujo posible y asequible

En este ejemplo de dormitorio -dentro de los dormitorios juveniles posibles- que presentamos en esta recreación, vuelve a adquirir un gran protagonismo e importancia las obras de arte.

Si no hay la posibilidad de tener una obra original hay excelentes reproducciones, que no pretenden ser otra cosa, y que son muy dignas para emplear en decoración.

También hay la posibilidad de adquirir arte joven con un precio más accesible, o la obra gráfica de artistas importantes y consagrados que al ser seriada –aunque limitada y numerada- es un lujo posible por asequible.

En nuestras propuestas el arte siempre es un valor porque da una enorme personalidad a los espacios, una gran fuerza y sin duda alguna es una fuente de placer y deleite.

Y sin menoscabo de las razones anteriores, no es desdeñable que la mayoría de las veces también es una inversión económica; algo importante solo que sea por la ilusión de ver como con el tiempo se revaloriza lo que, seguramente con esfuerzo, se compró en el pasado.

Dormitorios juveniles con líneas rectas y toques de humor

Mezclar en un mismo espacio lo serio y formal con ciertos elementos que pudieran parecer que no encajan es un recurso que ayuda a relajar la mirada al desprejuiciarla y a enriquecer de matices la decoración.

Aunque aquí hemos empleado obras de gran tamaño de artistas consagrados como el español Pablo Palazuelo o el portugués José Pedro Croft, que se expresan a través de la abstracción y la geometría, también hay pequeñas obras -en tamaño- con toques gamberros asociados al comic.

Como contrapunto que desdramatiza y suaviza los ángulos y las geometrías, se ha optado por la obra del artista norteamericano Philip Guston , perteneciente a la llamada Escuela de Nueva York, con un estilo cercano al tebeo y de un expresivo color.

La calidez de los muebles de Patricia Urquiola combinan perfectamente con el rigor depurado y un tanto austero de Antonio Citterio que en la cama, de baldaquino, adquiere una monumentalidad sencilla y muy masculina, pero curiosamente accesible y cercana.

En esta línea austera y de diseño «normal» sin florituras está el banco diseñado por Jasper Morrison para la editora alemana Vitra que resulta muy práctico a los pies de la cama. Un diseño, como dice su autor, «útil, discreto y responsable«.

Piezas clásicas de coleccionista que nunca pasan de moda por su atemporalidad y belleza son las lámparas del diseñador italiano Joe Colombo.

Estas lámparas hacen de contrapunto al mundo lúdico y fantástico que Jaime Hayón ha expresado, esta vez, en las enormes cabezas de cristal coloreado para la empresa italiana Glasstress.

Por último el toque retro-naturalista lo aporta la pieza de coral de la tienda madrileña Alquian & Hóptimo que hace de contraste entre su pasado vintage y el diseño contemporáneo.

La mesilla-contenedor Roli-Block, de diseño propio, tapizada con tejido que aprovecha las aportaciones en innovación sobre texturas y colores, recrea un futuro ideal tecnológico que en muchos casos ya es presente.