Joris Laarman

Joris Laarman

Joris Laarman. Diseñador, artista y empresario.

Joris Laarman (1979, Borculo, Países Bajos) es un diseñador, artista y empresario holandés conocido por sus diseños experimentales inspirados en las tecnologías emergentes más punteras.

«Usando tecnología emergente… y un lenguaje visual del futuro, damos pequeños saltos en el proceso evolutivo. Esto a veces resulta en un trabajo parecido a la ciencia ficción que estimula la imaginación y, a veces, en sugerencias muy prácticas que pueden aplicarse inmediatamente«.

Joris Laarman Lab colabora con artesanos, científicos e ingenieros y con todas las posibilidades de las tecnologías emergentes como: sistemas CNC, impresión 3D, robótica o software de simulación.

Para Joris Laarman la artesanía no tiene por qué ser algo nostálgico y debería plantearse como un proceso en continua evolución «que con la ayuda de herramientas de alta tecnología debería ser algo central para la sociedad«.

Joris Laarman nació en el pequeño pueblo holandés de Borculo, y pasó gran parte de su infancia construyendo sus propios patines y paracaídas.

Más tarde, después de decidir que la escuela de arquitectura era demasiado técnica y la escuela de arte demasiado autocomplaciente, terminó en la Design Academy Eindhoven, donde se graduó Cum Laude en 2003.

Aquí descubrió que los dos lados de su personalidad, el friki de la ciencia y el romántico soñador del artista, eran más compatibles de lo que él creía.

Joris Laarman recibió el reconocimiento internacional por primera vez con 23 años por su proyecto senior en la escuela de diseño del radiador «Heatwave» de hormigón modular.

Este radiador, con sus curvas barrocas inspiradas en el antiguo papel pintado francés, calienta un cuarto más eficientemente que un rectángulo de metal estándar, «combinar razón con emoción, eso es lo más difícil de hacer; en el diseño y en todo«, comenta Laarman.

Producido por la firma de diseño holandesa Droog y luego fabricado por Jaga Climate Systems, éste radiador se exhibe en la colección del Atlanta’s High Museum of Art (Georgia, EE. UU.).

En 2004, Laarman junto con su socia Anita Star, fundaron Joris Laarman Lab en Amsterdam (Holanda).

«Vivimos en un tiempo fascinante. Somos hijos de un momento de transición: un pie en la era industrial y el otro en la era digital. Es fascinante, aterrador e inspirador al mismo tiempo. Esta fascinación por los desarrollos tecnológicos y todas las posibilidades que lo acompañan están en el corazón de nuestro laboratorio«.

La fascinación de Laarman por la era digital empezó realmente «cuando vi una animación en un documental sobre el profesor alemán Claus Mattheck. Para mí, esto no fue solo una animación, sino una visualización de cómo en general la era industrial se está transformando en la era digital«.

Joris Laarman declara en su página web que «los tiempos industriales y los pioneros modernistas tenían que ver con las piezas estandarizadas y su ensamblaje en un lenguaje de formas geométricas dictado por las limitaciones de las máquinas industriales.

«En nuestra era digital, sin embargo, ya no estamos sujetos a estas limitaciones. Con el diseño digital y las herramientas de fabricación podemos crear formas personalizadas más inteligentes que son mucho más complejas«.

Desde el Art Nouveau hasta el diseño orgánico de los años 60 (impulsado por innovaciones en plásticos y madera contrachapada) los diseñadores se han esforzado por crear objetos inspirados en la naturaleza, «pero nuestra era digital hace posible no solo utilizar la naturaleza como referencia estilística, sino también utilizar los principios subyacentes para generar formas como un proceso evolutivo«.

Laarman está considerado como uno de los talentos más formidables del diseño en la actualidad y disfruta de un «caché» especial entre los museos y coleccionistas prestigiosos.

Así por ejemplo, su silla «Bone» (2006) forma parte de la colección permanente del Rijksmuseum de Amsterdam; del Museo de Arte Moderno de Nueva York; del Vitra Design Museum; el Weil am Rhein; el Centraal Museum de Utrecht, y del Museum fur Kunst und Gewerbe de Hamburgo.

El diseño de «Bone» comenzó en realidad en 1998 cuando Adam Opel GmbH, filial alemana de General Motors, desarrolló un nuevo software de imagen y simulación con la intención de crear un motor más eficiente. Este software en realidad lo que consigue es replicar un diseño que logra la máxima resistencia con una cantidad mínima de material.

«Cuando me pidieron que participara en la exhibición «Smart Deco», iniciada por Droog y Barry Friedman, mi propuesta fue crear una silla completa utilizando este algoritmo como una herramienta de escultura digital de alta tecnología. Si la madre naturaleza quisiera crear una silla, probablemente se parecería a los resultados que obtendríamos«.

Para la silla «Bone» de aluminio el resultado generado por ordenador tuvo que ser replanteado para las especificaciones concretas de este material; y aunque dio como resultado que su forma se convirtiera en más esbelta fue todo un desafío debido a su complejidad orgánica.

«Prácticamente todas las empresas a las que nos acercamos se negaron a aceptar el desafío, hasta que recurrimos a Phil Verdult, que tenía un pequeño taller en algún lugar de la pequeña ciudad de Heerhugowaard«.

Gracias a años de experiencia con los procesos de fundición y a experimentos con nuevas técnicas como la fundición de metal en moldes de cerámica impresos en 3D -que ensamblados daba como resultado el objeto real fundido de una vez- se consiguió la primera silla de hueso de aluminio.

«Es como si un árbol simplemente creciera del suelo para mantenerlo apuntalado«, dice Paola Antonelli, curadora del MoMA de Nueva York.

Después de que la lámpara/candelabro «Nebula» (2007), que creó para Flos, fuera una de las piezas favoritas en la Feria del Mueble de Milán de ese año, y dos de sus piezas de mobiliario se presentarán en la exhibición del MoMA: «Design y Elastic Mind» (del 24 de febrero al 12 de mayo de 2008), Paola Antonelli destacó a Joris Laarman como una figura clave en la ola actual de diseñadores que exploran la intersección entre la tecnología de vanguardia y la belleza clásica.

«Muchos diseñadores ahora están buscando trabajar con software como una forma de crear nuevas formas», dice Antonelli, pero «Joris lo hace con particular elegancia«.

Flos se convirtió en la primera de las pocas firmas de diseño con las que Joris comenzó a colaborar. «Conocía a todos los artistas que trabajaron con Flos y, para ser sincero, me sentí un poco intimidado… Quería hacer algo elegante y atemporal fuera de lo anónimo y lo común; quizás un poco en la tradición de Achille Castiglioni, pero a mi manera«.

De la lámpara «Nebula» comenta que «creé esta versión de vidrio soplado de un grupo de pantallas de lámparas antiguas que encontré en un mercadillo local. Mientras los mezclaba en diferentes composiciones, me llamó la atención la fuerza de la imagen que apareció al combinarlos en un grupo como una explosión de luz, casi sin simetría, pero con una armonía natural en su composición«.

En el año 2013, el Laboratorio (Joris Laarman Lab) colaboró ​​con Greenpeace instalando una cápsula del tiempo en el fondo del mar Ártico para la campaña «Save the Arctic«.

Otro hito fue en 2014 con la producción de la consola «Vortex» (2014), que fue diseñada de tal manera que permitiera crear una nueva variación cada vez.

Múltiples capas de contornos de aluminio perforado se ensamblan siguiendo un modelo digital y en el laboratorio desarrollaron un sistema de molde a presión para laminar hojas delgadas de aluminio que resultó en si mismo espectacular.

Desde el comienzo del diseño moderno ha habido un discurso sobre el uso del ornamento contrapuesto a la funcionalidad, y de la artesanía frente a la industria.

«El ornamento siempre ha sido un aspecto importante de nuestro trabajo y nuestra era digital permite muchas perspectivas nuevas… Al observar un mundo globalizado cada vez más uniforme, creemos que el ornamento y la personalización son cada vez más importantes«.

Las piezas de «Vortex» se inspiraron en la investigación sobre métodos computacionales de vórtices de Mark J. Stock de la Universidad de Michigan, ya que con éste método los vórtices se pueden controlar.

«El uso de este conocimiento en nuestros diseños permite a los usuarios decidir la cantidad de ornamentación que desean, como un duelo entre la funcionalidad y el ornamento, un juego entre el bien y el mal«.

En Junio de 2015 se anunció otro proyecto importante. Entre Abril y Octubre de 2018 cuatro robots de seis ejes terminaron de imprimir en 3D la estructura de 4 metros de ancho de un puente para la ciudad de Ámsterdam.

Ésta estructura, impresa en el aire a partir de capas de acero fundido, se planificó para que la colocación de la plataforma y todo el complejo puente de metal llegara a tiempo para la Dutch Design Week.

«Creo firmemente en el futuro de la producción digital y la producción local«, declaró Joris Laarman al anunciar el proyecto en 2015.

Éste es un puente peatonal de acero de 12 metros de largo diseñado por Joris Laarman Lab e ideado por la startup de tecnología MX3D (con sede en Ámsterdam) que cruzará uno de los canales más antiguos y famosos de la ciudad (en el Oudezijds Achterburgwal, en el Barrio Rojo) una vez que se complete la renovación del canal.

La firma de ingeniería Arup e investigadores del Imperial College de Londres realizaron varias pruebas de carga completa para probar la integridad estructural del puente, que se imprimió dentro de un antiguo hangar de construcción naval.

Con geometrías complejas, fuertes y elegantes, el puente está programado para ser instalado en 2019, y muestra cómo la impresión 3D finalmente entra en el mundo de la gran escala.

La impresión 3D permite objetos funcionales y materiales sostenibles que a la vez permite una libertad de forma sin precedentes. «El simbolismo del puente es una hermosa metáfora para conectar la tecnología del futuro con la ciudad vieja de una manera que saca lo mejor de ambos mundos«.

Para este puente -que mide 12,5 metros de largo, 6,3m de ancho y pesa 4.500 kg- se utilizó el software MX3D (especialmente diseñado para este proyecto) y cuatro robots industriales multi-eje que tardaron seis meses en imprimir el tramo completo del puente.

En el fondo, Joris Laarman se parece mucho a un inventor de la vieja escuela de Buckminster Fuller, aunque su idealismo se equilibra con el mismo grado de conocimiento comercial que ha hecho que sus compañeros de Eindhoven, como Maarten Baas, tengan tanto éxito.

Gracias a la gran demanda de la silla «Bone» -de edición limitada y agotada- y sus colaboraciones regulares con gigantes del diseño como Flos y Droog, a Joris Laarman le resulta más fácil financiar sus propios experimentos fantásticos.

«Su trabajo es alucinante«, agrega Li Edelkoort, presidenta de la renombrada Design Academy Eindhoven, «y está cambiando nuestra perspectiva sobre el funcionalismo«.

Los diseños de Laarman se encuentran en colecciones permanentes y exposiciones en instituciones como el MoMA de New York; el Victoria & Albert de Londres y el Centro Pompidou de París.

Joris Laarman ha colaborado también en artículos y seminarios para la revista Domus y ha dado conferencias en la Architectural Association School of Architecture de Londres; la Gerrit Rietveld Academy de Ámsterdam, y la Design Academy Eindhoven.

Joris Laarman (pág. web).

Fuente: (designboom).

Designer Joris Laarman.

Joris Laarman sentado en su silla «Bones» (2006) y consola «Vortex» (2014).

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