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Francois-Xavier y Claude Lalanne
Francois-Xavier y Claude Lalanne. Artistas de piezas escultóricas funcionales.
François-Xavier y Claude Lalanne son un matrimonio de artistas franceses de renombre internacional, creadores de un lenguaje propio, con piezas famosísimas de mobiliario que se encuentran en la ambigua frontera entre el arte y el diseño.
François-Xavier y Claude Lalanne desarrollaron, desde mediados de los años 50 -que comenzaron a colaborar juntos- dos obras paralelas hechas de asociaciones surrealistas, humor y poesía, pero separadas e individuales, según su propia forma de entender su práctica.
Los dos artistas tienen su propia producción, su propio taller y sus propias técnicas.
En el libro que Daniel Abadie dedicó a Les Lalanne, «Lalanne(s)» Flammarion, (2008), escribió que «la obra de Claude Lalanne, como la de François-Xavier Lalanne, obviamente posee, bajo la firma común, su identidad específica«.
Claude Lalanne (1924, París, Francia).
Para Claude, que estudió arquitectura en la École des Beaux-Arts y en la École des Arts Décoratifs de París, la naturaleza está en el centro de su arte.
Más tarde se involucró con la comunidad de artistas del callejón Impasse Ronsin (Montparnasse, París) y se hizo amiga de los artistas estadounidenses Larry Rivers y Jimmy Metcalf, quienes le ayudaron a ella a desarrollar el arte de la galvanoplastia.
En el París de los años cincuenta y sesenta, un callejón llamado Impasse Ronsin era el callejón donde trabajaban (en un estudio miserable) artistas tan relevantes como Constantin Brancusi; Max Ernst; Yves Klein; Jean Tinguely; Martial Raysse, o Niki de Saint Phalle.
Claude Lalanne se dio a conocer al gran público en Francia en 1976 cuando el cantante Serge Gainsbourg (1928 -1991) seleccionó una de sus obras, la escultura «El hombre con cabeza de col» (1968), para a partir de esta imagen escribir su álbum de 1976, al que dio el mismo título y la portada.
Hoy Claude Lalanne, viuda desde 2008 del fallecido François-Xavier, vive y continúa produciendo trabajo con su propio nombre en Ury, cerca de Fontainebleau, al sur de París.
El universo íntimo y espontáneo de Claude abarca desde joyas y muebles inspirados en la naturaleza hasta esculturas monumentales.
El estilo de Claude está impulsado por un espíritu ornamental y barroco, pero que mantiene una intuición libre… lejos de las limitaciones técnicas.
«Lo que importa es la forma y lo que me transmite«, ha declarado en alguna ocasión.
Las obras de Claude Lalanne están hechas con técnicas relacionadas con la impresión, el moldeado y la galvanoplastia, proceso éste, que descubrió en 1956 gracias al artista estadounidense James (Jimmy) Metcalf.
La técnica de la galvanoplastia congela las formas naturales transformándolas en esculturas, en mesas, sillas, bancos o espejos.
Esta es una técnica de orfebrería que deposita una fina capa de metal alrededor de una forma: una hoja o una flor, a través de un baño de electrólisis (se bañan en sulfato de cobre) que con una corriente lo atraviesa.
El cobre se adhiere al material orgánico para crear una réplica perfecta, situando el resultado entre los límites del arte y el diseño.
Francois-Xavier Lalanne (1927, Agen – 2008, Ury, Francia).
François-Xavier Lalanne -que afirmó en una ocasión que «el arte supremo es el arte de vivir«- es un escultor cuya obra casi siempre se ha presentado junto a la de su esposa Claude Lalanne, caracterizándose ambos por su espíritu de síntesis.
Antes de su mayoría de edad, recibió una educación jesuita y a los 18 años se mudó a París para estudiar escultura, dibujo y pintura en la Académie Julian.
François-Xavier consiguió un trabajo como guardia en el Louvre, donde pasaba horas estudiando la colección de artefactos egipcios. Desde babuinos y gatos, hasta rinocerontes e hipopótamos. Siendo evidente en su obra escultórica la influencia de este tiempo trabajando en el museo.
Después de completar el servicio militar obligatorio, Francois-Xavier volvió a París y se alquiló un estudio en Montparnasse, al lado de su amigo Constantin Brâncuși, a quien Lalanne visitaba con frecuencia con vodka y cigarrillos.
El gran escultor lo introdujo en el círculo de los surrealistas, donde conocería a artistas como Max Ernst; Jean Tinguely; Man Ray, o Marcel Duchamp, que demostraron ser muy influyentes en el trabajo del joven artista.
Francois-Xavier conoció a Claude en 1952, en su primera exposición en una galería. Este momento significó para François-Xavier el final de su carrera como pintor, pues él y Claude comenzaron su carrera juntos como escultores.
La técnica del metal martillado de François-Xavier le permitió combinar la pureza del dibujo con el rigor de las formas, consiguiendo piezas utilitarias pero a la vez opulentas.
François-Xavier, es famoso por sus obras de semi-escultura y semi-muebles, como el «Rhinocrétaire» (1964), a la vez escultura y mesa de despacho; las ovejas de lana, «Moutons«, esculturas y a la vez sillones; o el gorila de seguridad, «Gorille de Sillereté» [Security Gorilla] (1970) que es en realidad una caja fuerte.
François-Xavier Lalanne estaba convencido de que la escultura, y más ampliamente la obra de arte, puede tener una función.
En la década de los 60, François-Xavier tuvo la primera comisión privada importante cuando Yves Saint Laurent, y su pareja y socio Pierre Bergé, le encargaron un bar escultórico para el hogar de éste diseñador de moda.
Ésta pieza se vendió en 2009, en la legendaria subasta de Christie’s de la colección de la pareja por 2.753.000 € (más de 15 veces su estimación inicial más baja).
El mítico modisto también trabajó con Claude Lalanne, cuyas piezas de metal dorado del cuerpo de la supermodelo Verushka se incorporaron a su colección «Empreintes» de 1969.
Sus moldes electro-chapados del cuerpo humano para Saint Laurent son íconos del arte y de la moda del siglo XX.
Yves Saint Laurent también solía tumbarse en su famosa silla oveja Lalanne en su jardín. Y en la biblioteca de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé se exhibían sus famosas ovejas realistas de bronce de Francois-Xavier cubiertas de piel, junto con lirios creados por Claude.
Gracias al gran éxito de la subasta de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé, el público en general descubrió el importante lugar que la pareja Lalanne ocupó entre las obras maestras reunidas por estas dos personalidades durante su vida.
También Christian Dior ha utilizado los talentos creativos de Claude Lalanne para diseñar la colección de joyas para su exhibición primavera-verano 2017.
«Una oda al surrealismo y al Art Nouveau«.
François-Xavier y Claude Lalanne -a lo largo de su fecundo matrimonio- fueron co-creadores, no colaboradores, y trabajaron a menudo juntos, pero en estilos muy diferentes que demuestran su gran creatividad e imaginación.
François-Xavier prefería crear piezas inspiradas en el reino animal, mientras que Claude prefería la botánica y la vegetación.
Sin embargo, se unieron en su amor por lo surrealista y por el uso del humor a lo largo de su trayectoria profesional, una mezcla de arte fino y decorativo que ha seducido a los coleccionistas durante casi medio siglo.
«Prefería que mi arte fuera más sonriente que severo«, dice Claude. «Al principio, la gente realmente no consideró nuestro trabajo«.
«Sin embargo, creo que ahora sí lo entienden«, ha reconocido Claude, aclarando lo que hoy es claramente obvio.
La primera vez que éste matrimonio de artistas mostraron su trabajo fueron juzgados muy duramente por el mundo del arte por realizar piezas escultóricas con una función de mobiliario.
«Los críticos nos ignoraron completamente; para ellos, hacer esculturas que tuvieran un uso, que fueran funcionales, fue un completo disparate«, reconoció Claude Lalanne en 2013.
Sin embargo, Les Lalanne se negaron a dejarse influir, y pronto su trabajo estuvo en todas partes, desde sesiones de fotos en revistas hasta las galerías más modernas de París.
Ambos, François-Xavier y Claude Lalanne creían que el arte debía ser parte de lo cotidiano, una idea que resulta evidente a partir de sus obras escultóricas.
Incluso las ovejas están destinadas a ser utilizadas como muebles. «Pensé que sería divertido invadir esa gran sala de estar, con un rebaño de ovejas«, explicó una vez François-Xavier.
«Después de todo, es más fácil tener una escultura en un apartamento que tener una oveja real. Y es aún mejor si te puedes sentar en ella«.
Ahora conocidas como las «Moutons» de Laine, las famosas esculturas de ovejas de François-Xavier fueron presentadas por primera vez con el título «Pour Polytheme«, una referencia a un pasaje de «La Odisea» de Homero.
Ahora, con la década de 1970 totalmente en boga, las esculturas surrealistas y los motivos orgánicos impresos de las artes decorativas de François-Xavier y Claude Lalanne son codiciados por los coleccionistas.
Su mezcla distintiva de bellas artes y artes decorativas asegura que sus piezas sean muy buscadas por los coleccionistas contemporáneos.
Las obras de François-Xavier y Claude Lalanne, al ocupar muchos nichos, desde el diseño de interiores hasta las bellas artes y la alta sociedad, tienen un gran atractivo que las convierte en objetos aspiracionales.
Los temas explorados por los dos artistas iban en contra de la tendencia predominante en los años 60 y principios de los 70 del siglo XX: el arte abstracto.
Pero después del modernismo monocromático de la era espacial de los 60, la década de 1970 marcó el comienzo de un renovado interés por la naturaleza y lo orgánico.
No hay confusión posible entre sus enfoques tan diferentes de la escultura: moldeo y montaje para ella, dibujo y construcción para él. Y entre sus mundos: clásico y arquitectónico para François-Xavier, orgánico y barroco para Claude.
La obra de François-Xavier abarca un numeroso bestiario malévolo, alineando su obra escultórica con la gran tradición francesa de representación de animales como los realizados por artistas como Antoine-Louis Barye (1795 – 1875); François Pompon (1855 – 1933) o Constantin Brancusi (1876 – 1957), su vecino de estudio en Montparnasse.
Sin embargo, a los ojos del público en general -que hoy en día los está re-descubriendo- la unidad de la firma ha sido suficiente durante mucho tiempo para hacer que sus obras sean inseparables, como obras salidas de una sola mano y voluntad.
Exposiciones de Les Lalanne.
En 1983, el Ministerio de Cultura francés encargó a Les Lalanne el diseño de nuevas fuentes monumentales para la plaza frente al Hôtel de Ville de París (el Ayuntamiento) y también el diseño de los jardines para Les Halles, un barrio en el centro de París.
En los últimos años, las obras de Les Lalanne se han expuesto en diferentes lugares de la ciudad de Nueva York.
En 2009, el dúo de artistas participó en Park Avenue Recession Art, un esfuerzo desarrollado por la Galería Paul Kasmin con la división de arte público del Departamento de Parques de la Ciudad de Nueva York y el Fondo para el Comité de Escultura de Park Avenue.
El proyecto involucró una serie de esculturas entre los pasos de cebra en Park Avenue. Las piezas presentadas fueron una manzana de bronce llamada «Pomme de New York» en 52nd Street; «Moutons» en 53rd Street; «Choupatte (Très Grand)» en 56th Street, y «Singe Avisé (Très Grand)» en 58th Street, que fue la última escultura que hizo François-Xavier.
En 2010, el Musée des Arts Décoratifs de París organizó una retrospectiva de sus obras, diseñada por el famoso arquitecto norteamericano Peter Marino.
En el otoño de 2013, en una antigua estación de servicio concebida por el desarrollador de bienes raíces y coleccionista de arte Michael Shvo, expuso con mucha fanfarria 25 de las ovejas, «Moutons«, de Les Lalanne, como instalación pública inaugural de la Getty Station, en la esquina de West 24th Street y 10th Avenue en el distrito de Chelsea, Manhattan (Nueva York).
Con sus montículos de hierba y su cerramiento blanco, «Sheep Station» atrajo a multitudes de personas que se divirtieron con la naturaleza surrealista de la obra.
Sus obras también se han mostrado en muchas exposiciones colectivas, como «Decorum, tapis et tapisseries d’artistes» (2013) en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de París, y «Power Station of Art» (2014) en Shanghai.
François-Xavier y Claude Lalanne están representados por la Galería Paul Kasmin en la ciudad de Nueva York y Ben Brown Fine Arts en Londres.
En Junio de 2016, Christie’s (París) subastó un rinoceronte único de mármol de François-Xavier Lalanne -de la colección de Zeineb y Jean-Pierre Marcie-Rivière– que se vendió por 453.000 dólares.
Del 24 de Noviembre al 27 de Enero de 2017, una exposición en Ben Brown Fine Arts (Londres) presentó nuevas piezas de Claude Lalanne junto con esculturas de su difunto esposo, François-Xavier.
La Galerie Mitterrand presentó, del 14 de Abril al 27 de Mayo de 2018, la primera exposición individual de Claude Lalanne.
Esta exposición precedió a una segunda dedicada a la obra de su marido François-Xavier Lalanne, del 1 de Junio al 28 de Julio de 2018.
Al presentar la obra de Claude y François-Xavier Lalanne por separado, Galerie Mitterrand deseaba destacar la singularidad de los dos artistas y celebrar el vínculo excepcional que les unió a Jean-Gabriel Mitterrand desde la creación de su galería en 1988 (hace ya 30 años), y con la que han realizado más de una docena de exposiciones.
Esta primera exposición dedicada a la obra de Claude Lalanne presentó, a través de más de cuarenta obras, un panorama de su creación artística desde los años 60 hasta nuestros días.
Una selección de piezas históricas y obras más recientes, como los memorables «Moutons» y la «Fontaine aux oiseaux sur la plage» (1995) se han reunido junto con «Table aux pieds de Cerfs» y «Moyen Mouflon«, que se muestran aquí por primera vez.
Las obras recientes de Claude -que atestiguan la actividad creativa ininterrumpida de la artista- se muestran junto a las nuevas esculturas creadas especialmente para la exposición en la Galería Mitterrand: «Berces Adossées» (2015); un par de «Fauteuils Entrelacs» (2015); «Petite Table Crocodile» (2015 ); «Marcassin» (2015), así como una nueva serie de seis «Miroirs» (2015).
El público re-descubrió también obras pequeñas, como una serie de impresiones corporales realizadas en 1975 que recuerdan el encargo que Yves Saint-Laurent utilizó para su colección otoño-invierno 1969.
En esta ocasión, Claude Lalanne reunió tres versiones del emblemático «Galvanized Choupatte» [Colbage with legs] (1978), una de las cuales, de tamaño gigante, se presentaba por primera vez en París.
Las «Serpientes de mesa«, el «Banco de sentarse en el bosque» o la escultura de la gran pared vegetal, todas de 2017, forman un conjunto de piezas originales tomadas directamente del taller.
Galerie Mitterrand (pág. web).
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