La decoración de pasillos suele ser una tarea desagradecida que luce poco

En general puede pensarse que la decoración de pasillos es una tarea algo ingrata y poco lucida que se resuelve de cualquier manera.

A la decoración de pasillos no se le suele prestar demasiado cuidado porque no se le considera un lugar de importancia dentro de la casa.

Debido en parte a esta falta de atención de esta zona de la casa, cuando éramos pequeños muchos de nosotros hemos pasado miedo después de ver una película de terror y tener que atravesar obligados uno de esos tramos largos y oscuros.

La decoración de pasillos se olvida, y en el mejor de los casos se maltrata, por tratarse de una zona de paso que sólo se piensa como funcional.

Pareciera que el lucimiento y el mimo se dejara para otras partes de la vivienda…..más agradecidas.

En nuestro Estudio de decoración pensamos que se minusvalora el poder de seducción y el atractivo de estas zonas que tienen que servir como nexo y preludio entre los distintos ambientes.

Hay que desterrar la idea de paso marginal que recorremos rápidamente y que hay que tolerar hasta llegar a las zonas nobles o de mayor protagonismo, las zonas que verdaderamente nos gustan y donde nos sentimos protegidos.

Decoración de Pasillos, o zonas de paso…. ahora para quedarse

Cuántos pasillos en tantas casas son como pasajes del terror que aceptamos estoicamente como peaje hasta llegar al lugar seguro y protegido de nuestros salones o nuestros dormitorios.

Ni nos planteamos intervenir, o por lo menos no de la manera que lo haríamos en otra parte de nuestro hogar; desterrando al ostracismo cualquier proyecto de decoración que reconvierta su estética.

Pasillos que si se les da una oportunidad, e incluso empleando pocos recursos, sacarían su potencial y se integrarían en un todo, en el conjunto de la casa, con sentido y armonía.

En la propuesta que hacemos en este caso -desde nuestro Estudio de diseño de interiores– va más dirigida a una zona de paso con suficientes metros para poder intervenir con comodidad, que a un pasillo prototípico estrecho y angosto.

Estos pasillos sencillos, y en principio sin ningún atractivo, también tienen muchas posibilidades decorativas que se pueden y deben potenciar.

En realidad cualquier zona de la casa si se le presta la debida atención y cuidado, puede pasar de ser un lugar anodino a convertirse en uno destacado que se vuelve amable y atractivo.

Este proyecto concreto que nos ocupa no es ni estrecho ni angosto, y tiene recursos espaciales que nos permiten hacer un proyecto para quedarse, disfrutarlo y no pasar de largo.

Decoración de Pasillos, mezclando lo cuqui con lo rudo

En este proyecto de interiorismo se ha podido abrir un nuevo hueco donde se ha colocado una puerta dorada pivotante con un dintel de piedra de Studio Job.

Esta nueva abertura nos da acceso, esta vez sí, a un pasillo convencional cuya función es estrictamente de conexión para comunicar otras habitaciones de la casa desde otra parte, pero que aun así no se descuida.

En este nuevo pasillo se ha continuado con la decoración de lamas alternas que crean claroscuros y producen dinamismo visual, que aunque seriado no resulta monótono.

Aprovechando que se ha abierto este nuevo acceso se han podido hacer también tres estanterías de obra que crean una amplitud óptica dentro de éste espacio, y que además cumplen una función práctica.

En esta intersección de accesos, se abre un quiebro que da la posibilidad de hacer una pequeña sala de estar atractiva, moderna y acogedora.

Esta nueva salita se ha compuesto combinando algunos muebles «recios» y hasta toscos, con otros de cierto aire femenino que podríamos definir como muebles «cuquis» o coquetos.

El sofacito y la mesa de café Sushi Red Collection de Edward Van Vliet parecieran muebles -si no fuera por su tamaño a escala humana- como de una casa de muñecas por lo sofisticado y el cuidado de sus líneas y materiales.

La butaca Chandigarh de Doshi Levien tiene un tapizado muy a lo María Antonieta, y la pieza escultórica con peana y tetera monumental, del dúo holandés Studio Job, recuerda mucho a la fantasía lisérgica de ”Alicia en el país de las maravillas”.

Se han empleado dos alfombras distintas, una de Neisha Crosland para The Rug Company, y la alfombra Mangas Rhombus de Patricia Urquiola -de aspecto y colorido austero- que aunque diferentes en concepto se complementan y combinan.

A toda esta estética femenina, que a lo mejor podría resultar demasiado almibarada, se le contraponen muebles muy masculinos en volumen, forma y color.

La lámpara de aspecto industrial de Seung Yong Song; o la clásica Potence Lamp de los años 50 del diseñador francés Jean Prouvé, extra-larga e invasiva, nos acercan más a lo «crudo» que a lo «cocinado«.

En las paredes, forradas de diversas texturas que crean sombras y cierto dramatismo y misterio, las obras del artista británico Hugh Scott-Douglas siguen estas pautas que esbozan lo masculinamente industrial.

Estos lienzos, tecnológicamente fríos y rústicamente ásperos, encajan perfectamente con todas las piezas anteriores y conectan con el banco/mesa de piedra de Lex Pott (Fragments) trabajada de forma paleolítica y sin pulir.

De todo esto resulta una mezcla entre cursi y primitiva que mal ejecutada podría resultar chirriante y explosiva.

Sin embargo en nuestro Estudio de diseño y decoración creemos haberlo resuelto de manera acertada al emplear las dosis justas de cada ingrediente que en conjunto permite ver un todo integrado y armonioso.

Algo que en principio se pudiera ver como contrapuesto, da un resultado impactante pero a la vez equilibrado y muy atractivo.