En la decoración de baños se ha institucionalizado una tipología que no se suele cuestionar.

En la decoración de baños se ha normalizado ésta estética ya muy estandarizada y trillada que siempre repite los mismos esquemas decorativos que ya sorprenden poco.

Los cuartos de baño han sido hasta hace unos pocos años espacios poco cuidados en el mundo de la decoración.

Se puede decir que en la decoración de baños se ha abusado hasta el extremo siempre del mismo recurso como si no hubiera más posibilidades de estilo.

Baños contemporáneos y actuales cuidados con esmero como si fueran otra parte más de la casa no han existido hasta hace relativamente pocos años.

Era y todavía sigue siendo en muchas casas convencionales una habitación olvidada que como mucho se alicataba con azulejos de colores llamativos y muchas veces extravagantes, con gadgets como portarrollos curiosos y cortinas de baño con dibujos más o menos acertados.

Todo bastante limitado y muy constreñido a la moda dominante que no explotaba, ni todavía explota, todas las posibilidades que ofrece la creatividad en decoración.

Baños con obras de arte o muebles curiosos de diseño con una finalidad poco marcada y sin unas funciones claramente prácticas eran, y en muchos casos son, inconcebibles.

El sentido estrictamente práctico y funcionalista sigue siendo la norma común debido entre otros muchos motivos al poco espacio que en las casas y pisos se le ha dedicado a esta parte de la casa.

Sorprendentemente pasa esto incluso en las casas y edificaciones de nueva construcción y de alto standing que no necesitan restringir ni el espacio ni el presupuesto.

Decoración de baños, como en un hotel de lujo

La decoración de baños, si las posibilidades de espacio que tenemos en nuestras casas son escasas parece un contrasentido.

Aun así siempre se puede rentabilizar al máximo lo que tenemos buscando optimizar el poco espacio y aportando soluciones creativas e imaginativas.

Pero si la vivienda es de nueva construcción y podemos dedicarle metros que sin dudarlo añadimos al salón o salones, a la cocina y/o a los dormitorios…. ¿por qué no hacerlo?

¿Por qué nos olvidamos de una habitación en la que cada vez pasamos más tiempo y que es claramente la habitación más íntima y personal que tenemos en nuestra vivienda?

¿No es deseable que ese espacio esté decorado con mimo y cuidado, y tengamos ahí objetos que nos gusten y nos hagan la vida más placentera?

Sin lugar a duda nuestra opción, la que aportamos desde nuestro Estudio de decoración, es cuidar al máximo todas las zonas, habitaciones y partes de la casa, negocios, lugares de trabajo, etc., porque todos los espacios son dignos y todos definen nuestra personalidad.

Al final lo que buscamos es aportar bienestar e innovar, rodearnos de objetos bellos y por supuesto que también sean funcionales.

Esta funcionalidad se ha de materializar en un espacio útil, cómodo y donde nos podamos cuidar y relajar, logrando un lugar para el deleite del mayor número de nuestros sentidos.

Decoración de baños, para quedarse a vivir

Buscando ésta inspiración y el placer visual en este cuarto de baño hemos decorado parte de las paredes con dos obras en papel del artista portugués José Pedro Croft.

Las obras de arte también deben decorar las paredes de los baños, aunque siempre buscando las zonas menos expuestas al vapor o a la humedad para evitar perjudicarlas.

Como este cuarto de baño tiene metros cuadrados de sobra, y para insistir en ésta idea de tratar esta estancia como una más de la casa, el concepto empleado es tratarlo como si fuese a la vez baño y salón.

Una salita dentro del mismo cuarto de baño para relajarse durante un tiempo indeterminado.

Por eso hemos empleado la butaca y las mesitas SE Collection II del diseñador madrileño Jaime Hayón, que sirve para descansar unos minutos o para descalzarse y dejar momentáneamente algo de ropa.

Todas las luminarias de la habitación, Ultra Rosegold Candelier y los apliques Turner, son del diseñador norteamericano Jonathan Adler que siguen su clásico estilo lujoso que recuerda al viejo Hollywood.

Para seguir restando argumentos visuales a la tradición se ha empleado una alfombra de colores cálidos anaranjados de Sara Guerrero, lejos de las convencionales para los baños.

Y en vez de una bañera estándar pegada a la pared y alicatada en el frontal se ha instalado una exenta -y potente- del diseñador británico Marc Newson.

Esta bañera en blanco tiene la base de las patas en negro para combinar con el lavabo para Bisazza de Jaime Hayón; todo él en negro pero que descansa sobre un mueble de color oro rosado, al igual que la lámpara candelabro del techo.

Flanqueando el lavabo -que a su vez está enmarcado en un frente de tiras de piedra negra, de suelo a techo, que rompe con los tonos tostados de la piedra empleada en el resto de las paredes de la habitación- está el armario Cocoon.

Este mueble de producción propia aporta también una buena dosis de rotundidad, algo de excentricidad y bastante sentido práctico, ya que sirve para guardar toda la ropa y los objetos que se necesitan en un baño sin que tengan que estar a la vista.

El armario es como un clutch sobredimensionado, pero que se integra perfectamente en toda la escenografía creada, que completa una imagen lujosa y espaciosa de un baño único.